Historia de la Fisioterapia
La historia
de la Fisioterapia se debe entender desde el conjunto de actuaciones, métodos y técnicas que de forma
personal o colectiva se han basado en el empleo de los agentes físicos dentro
de situaciones histórico-sociales diferentes con el fin de promover la salud.
Así, desde el hombre primitivo, encontramos referencias a tratamientos
naturales o basados en agentes físicos para combatir la enfermedad asociadas en
un principio a rituales mágico-religiosos.
Fisioterapia en la edad Moderna
En
el campo de la Terapia Física, se desarrolla la Hidroterapia y Balneoterapia
(Vincent Priessnitz, (Gonzalo Altamirano y Sabastian Kneipp). En el campo de la
Masoterapia destaca P.Henrik Ling, que desarrolla la práctica y enseñanza del
masaje, el “Masaje Sueco”. En el campo del ejercicio, desarrolla así mismo un
método Gimnástico propio, la “Gimnasia Sueca”, siendo un precursor de la
Kinesiterapia, término que se crea oficialmente en 1847. El campo de la
Mecanoterapia (utilización de ingenios mecánicos como Agente Terapéutico)
avanza gracias a los estudios de Gustav Zander. Los grandes avances en la
comprensión y control del fenómeno eléctrico así como de la fisiología del
sistema nervioso, permiten una aplicación cada vez más cualificada de la
electroterapia. A principios del siglo XX, se impulsa en los hospitales de
Londres el uso de los agentes físicos para el tratamiento de patología
respiratoria, siendo el germen de la actual fisioterapia respiratoria.
A
mediados del siglo XX, y después de las Guerras Mundiales o epidemias varias
como la de la poliomielitis, cuyas facturas fueron la de una gran cantidad de
enfermos, lesionados y discapacitados, poco a poco se va asentando en la clase
médica mundial la idea de la creación de un corpus profesional que se consagre
exclusivamente al estudio y práctica de esta disciplina, la Terapéutica Física.
Éste es el motivo de la creación oficial de los cuerpos de Fisioterapeutas en
todo el mundo y la profesionalización y el despegue de la misma al acceder la
Fisioterapia al rango de estudio de carácter Universitario. Algunas figuras
importantes que han enriquecido la Fisioterapia en esta segunda mitad del siglo
XX son Kalternbon, Maitland, McKenzie, Sohier, Cyriax, Souchard, Mezieres,
Busquets, Butler, Postiaux, Giménez, Perfetti, o Vojta entre otros muchos.
En
la actualidad, gracias a los avances de la tecnología y fiel a su historia y
tradición, la Fisioterapia dispone a su alcance del uso de numerosos agentes
físicos (masaje, agua, sonido, electricidad, movimiento, luz, calor, frío...)
en las modalidades de electroterapia, ultrasonoterapia, hidroterapia,
mecanoterapia, termoterapia, magnetoterapia o laserterapia, entre otras, pero
sin descuidar o abandonar el desarrollo e impulso de nuevas concepciones y
métodos de Terapia Manual (principal herramienta del fisioterapeuta) para la
prevención, tratamiento, curación y recuperación de un gran número de
patologías y lesiones.
En conclusiòn:
En la Antigua
Mesopotamia, una casta sacerdotal llamada “Asu” era la encargada de realizar el
tratamiento mediante agentes físicos y también mediante la fitoterapia.
En el Antiguo Egipto,
por su parte, esta función recaía en la figura de los llamados “Sinu”,
sanadores laicos.
Existen numerosas
referencias al uso de agentes físicos como agentes terapéuticos en la cultura
que se desarrolló en el Valle del Indo en el 1500 a. C., así como en la antigua
China.
En la América
precolombina, los Aztecas desarrollaron métodos terapéuticos basados en el agua
en sus “baños de vapor” (temazcalli) de la misma manera que los Mayas con sus
“baños de sudor” (zumpulche).
Hipócrates, padre de la
Medicina Occidental, y que puede considerarse también como uno de los grandes
impulsores de la Terapéutica Física, alejándola de las prácticas religiosas y
acercándola a posiciones más experimentales. Su filosofía terapéutica era la de
“ayudar a la naturaleza”, esto es, impulsar mediante medios naturales, las fuerzas
de autocuración del cuerpo (Vis Naturalis Medicatrix).
La Civilización Romana
desarrolló esta herencia terapéutica del mundo helénico. Así, el masaje era
práctica habitual en el Imperio y se realizaba antes y después de los baños, de
gran auge en aquellos días, a cargo de los llamados frictori y ungüentarii.
Celio Aureliano introduce la hidrokinesiterapia (gimnasia acuática), y la
suspensión-terapia (kinesiterapia con pesas y poleas), así como pautas para
ejercicios postoperatorios y dolencias reumáticas como la artritis entre otras.
En la Edad Media, la
consolidación del cristianismo conlleva un abandono de la cultura de la salud,
ya que el hombre deja de preocuparse por las vicisitudes físico-terrenales y
pone su mirada en el cultivo del espíritu y el más allá. La Civilización, la
cultura y el legado de los clásicos, se refugian en los monasterios y los
conocimientos sanitarios quedan en manos de la clase religiosa.
En el Renacimiento
resurge el interés en Europa por el legado de los clásicos y las obras de los
grandes terapeutas del pasado son releídas y estudiadas.
En la Época Moderna, el
progreso y desarrollo de la ciencia amplía en gran medida los horizontes de la
medicina. Se empiezan a realizar aplicaciones prácticas de los descubrimientos
científicos en los laboratorios de las Universidades, así como se amplían los
conocimientos anatómicos, de fisiología y de terapéutica.
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